Había desaparecido, le había
dejado de ver. Ya no me frecuentaba, gracias a Dios.
Ahora, cuando más debía haberse
borrado, cuando ese amor congelado debía de haberse destruido, aquel fantasma
vuelve a perseguirme.
Algunas veces lo hago aparecer a
mi lado mientras intento conciliar el sueño. Luego le espanto como haría con
una mosca que se posase sobre mis alimentos.
-Lárgate, ¿quién te crees?
Pero, inclusive aunque fuese mi
propia mente que respondería con su voz, es mi propia mente la que responde, la
cínica, sin siquiera fingir ser él, me dice:
-Él es tu dueño. Él es tu todo.
Es tu sueño. “Perdido y único, suave y sólo, extraño como ángeles bailando en
las más profundas aguas, revolviendo en el agua…”
Cierro los ojos y alejo el
pensamiento. Alejo, Alejo, Alejo… ¡Me lleva!
Y ahora, es él quien me dice:
-Lo recuerdas, yo lo sé. Y no
soportas a los demás. No soportas escucharlos y leerlos. Sus frases burdas y
comerciales, sus chistes secos y sin inteligencia, su amor sin brillo como una
vela durante el día, su amor convenenciero.
Él lo sabe, sabe que esas
palabras que ellos me dirigen, el 95% son sólo palabras. Y sabe también, que
las palabras que yo les dedico son para llenar los vacíos en sus vidas y no sus
corazones. Sabe que jamás nadie le va a superar.
Abro los ojos con prepotencia, le
miro iracunda y con dificultad pronuncio mis palabras.
-Y sus besos reales, sus abrazos
físicos, el roce de su piel que se siente sobre la mía, que deja huella. El
olor de sus cuerpos que se queda sobre el mío todo el día.
Entrecierra los ojos y de verdad
desaparece, pero vuelve después entre mis sueños, porque sabe que le deseo, que
es mi todo, que le necesito y que lo que responde a sus provocaciones sólo es
mi dolor inmenso e infinito.
Theres a ghost in this
room. I think I’ll name it after all of you…
Bianca needs The Cure because she feels All
Time Low.
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